Muchas son las reformas educativas que se establecen en pro de una mejora de resultados académicos en los estudiantes de todo el mundo. Sin embargo, aspectos como el método de aprendizaje, que debería ser el primer contenido enseñado en las escuelas, son obviados, dejando al libre albedrío del estudiante el invento de un método propio, que en la mayor parte de los casos tiene como protagonista casi exclusivo a la memorización.
¿Estudiar o aprender?
La curiosidad nos hace tener el deseo de aprender, el querer comprender cómo funcionan y qué son las cosas que vemos. El aprendizaje está vinculado irremediablemente con la motivación y las ganas de conocer lo que nos rodea, el deseo por redescubrir investigando. Cuando la palabra "estudiar" se envuelve en sufrimiento, obligación y falta de deseo, se pierde el sentido de la palabra "aprender", y con ella el sentido de la escuela. Estudiar debe ser el método para ordenar de manera analítica todo lo que hemos aprendido.
Errores comunes al estudiar. Técnicas de estudio
- Un temario no se aprende hoja a hoja, sino haciendo diversas relaciones entre el conocimiento de todas ellas y lo que ya sabemos. Un aprendizaje tiene más fuerza cuanto más interconectado esté con lo que ya conocíamos, en tanto que se vuelve más accesible neuronalmente. Memorizar hoja a hoja sólo sirve para retener el conocimiento en nuestra memoria a corto plazo, con poco o nulo provecho posterior. Este problema toma una dimensión mucho más peligrosa cuando hablamos del aprendizaje de idiomas. Memorizar un vocabulario descontextualizado, la gramática y algunos "trucos" es garantía de no aprenderlo, pero es un pésimo método que todos hemos conocido a lo largo de nuestra trayectoria académica.
- La falta de esquema mental es sinónimo de malgastar tiempo y hacer el estudio ineficaz. Al ponernos delante de un tema, es recomendable hacer una lectura general para establecer el esquema donde poner todo el conocimiento ordenado y accesible. Es imposible retenerlo todo en una primera pasada y tampoco es recomendable intentarlo. Sólo nos interesará crear ese esquema donde poder "meter" todo lo que vayamos aprendiendo.
Un ejemplo al estudiar un tema sobre artrópodos:
Podemos memorizar lo siguiente: Una hormiga es un artrópodo que tiene cabeza, tórax y abdomen. Cuenta con 6 patas y dos antenas. Una araña tiene cefalotórax y abdomen. Tiene 8 patas y no cuenta con antenas. Una mariposa tiene 6 patas unidas al tórax, dos antenas y cuenta con abdomen, tórax y cabeza. Un alacrán tiene 8 patas, no tiene antenas y cuenta con abdomen y cefalotórax, es un arácnido.
Veamos cómo reducir mediante un esquema, sin memorizar nada en principio, lo anterior. Empezamos por hacer grandes clasificaciones:
Artrópodos: insectos, arácnidos, crustáceos, quilópodos, diplopodos
Insectos | Arácnidos |
Como: hormigas, escarabajos y hormigas - Cuentan con cabeza, abdomen y tórax - 6 patas - 2 antenas |
Como: arañas, alacranes y garrapatas - Cuentan con cefalotórax y abdomen - 8 patas - No tienen antenas |
A partir de este simple esquema estamos reduciendo un 50% el tiempo de estudio, estableciendo además relaciones y logrando poner lógica a todo lo que vamos aprendiendo. Es similar a construir una casa, empezar a construir unos buenos cimientos nos asegura que el tejado no se moverá. Lo primero que tendremos que hacer es saber que hay un conocimiento del que parten los demás: los artrópodos, y más tarde los tipos que hay. Poco a poco meteremos características de cada uno de ellos.
De este modo, el dedicar más tiempo o menos al estudio no se corresponde necesariamente con la obtención de mejores aprendizajes y, por ende, calificaciones.
- La falta de visualización en lo que se aprende. Todo tiene una imagen, aunque pueda ser abstracta. La memoria visual en el ser humano es muy potente y eficaz. Al hacer un examen incluso podemos notar cómo recordamos dónde estaba una determinada frase, si a la izquierda o a la derecha de un determinado dibujo. Sacarle rendimiento a la visualización es una técnica muy eficaz. Para estudiar, por ejemplo, el funcionamiento del motor de un coche, no habrá nada más efectivo que visualizar a través de un vídeo todos los componentes moviéndose y relacionándose entre sí. De hecho, para estudiar historia la mejor técnica es la visualización de documentales e incluso la dramatización imaginaria que podamos hacer en nuestra cabeza con los personajes.
- No tener una organización habitual de estudio.
- Estudiar por obligación y sin motivación. Aprendemos lo que nos gusta, lo que no nos gusta se borra rápida e inconscientemente porque, en principio, es algo inútil de retener por el cerebro. A la hora de aprender cualquier cosa debemos tener en cuenta que el interés mostrado, y el "querer" que nos guste, jugará una baza fundamental para la asimilación de contenidos. Nos gusta aquello que podemos entender, lo que no nos han enseñado bien o no comprendemos llegamos a odiarlo. El mundo está lleno de personas que odian los idiomas y, lo peor, es que siempre dirán que no valen para aprenderlos.
- Seguir con un método inefectivo que hasta ahora dio resultados, aunque pobres, se vuelve una cuesta empinada a medida que avanzamos en la dificultad de los cursos. Muy a menudo, incluso en la universidad, es muy alarmante el uso de la memorización de usar y tirar, con el único propósito de aprobar. El fin último de aprender es aprobar un examen. De ser así, las escuelas, institutos y universidades pierden todo el sentido. Las titulaciones nos dicen ser algo que en algunas ocasiones no somos. El resultado es ser uno de los países con más "titulitis". Llega un punto en el que una persona puede ser bilingüe en un idioma y no poder demostrarlo por falta de títulos.
Una vez que hemos realizado un esquema previo donde ubicar todo el conocimiento que vamos aprendiendo y relacionando con lo que ya sabíamos, una vez que hemos utilizado técnicas de visualización o de escucha, de las muchas que hay, estamos a escasos pasos de reforzar y enviar lo aprendido a la memoria a largo plazo.
Por lo general, el uso de un resumen es primordial a la hora de afrontar diversos textos, si al resumen le acompaña una esquematización será mucho más efectivo. No obstante, una de las técnicas que más favorecen el aprendizaje y que pocas veces se usa es la ampliación de contenidos. Una vez hecho el resumen y esquemas y tener claro todo lo que hemos aprendido, ampliar lo que acabamos de conocer supone seguir construyendo y reforzar todo lo aprendido de forma autodidacta, con datos que susciten nuestra curiosidad sobre el tema, documentales que llenen lagunas que nos ha dejado el temario sin explicar, canciones de la época que muestren un tema en concreto, etc.
De la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo
Una vez aprendido todo lo mejor es dejarlo unos días sin repasar, quizás unas semanas. Puede parecer una contradicción pero necesitamos que el cerebro ordene el conocimiento y nos dé la posibilidad de llevarlo todo a la memoria a largo plazo. Pasadas unas semanas vuelve a repasar el contenido y la asimilación de todo el contenido será como una esponja. Las interconexiones neuronales se refuerzan y habilitan que el conocimiento pueda quedarse mucho más tiempo en el cerebro, pudiendo aprender algo "casi" para siempre. En este sentido, estudiar días antes del examen siempre da como resultado el olvido de todo lo aprendido, en algunos casos en pocas horas posteriores a realizarlo. Esta técnica está siendo cada vez más utilizada por academias de idiomas y proyectos de innovación educativa. Sin embargo, el cómo estudiar y los elementos que intervienen en el proceso son, en la gran mayoría, ignorados por los propios maestros y agentes educativos, donde poco o nada se trató este tema, sólo la competencia "aprender a aprender" tan usada y tan inefectiva educativamente.
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