El BCE alerta de una tercera recesión europea

La alta probabilidad de recaer en una nueva recesión económica europea, venía planeando desde hace meses con la inestabilidad mostrada por países de gran envergadura económica como Francia, Alemania e Italia. Este último ya está acusando una irremediable tercera recesión. Aquella crisis mundial iniciada desde Estados Unidos, conocida como la Gran Recesión, en 2008, parece no haber escrito el último episodio de una situación asfixiante y desesperada para muchos países. 

Según los informes de Eurostat, Europa no consolida el crecimiento y alerta de la situación cada vez más peligrosa de los países europeos centrales. Los grandes motores económicos, Alemania y Francia, se encuentran estancados con una elevada probabilidad de recesión. Hace pocas semanas, visto el pobre resultado de las políticas de austeridad aplicadas hasta el momento, el Banco Central Europeo anunciaba medidas en aras de otorgar a los bancos la confianza suficiente para dar crédito y, de esta manera, reactivar la economía.

Los países "periféricos" como España, que suponían un foco de alerta continua, están dando resultados positivos con una aumento del crecimiento del 1% en 2014 y 1,7% en 2015, según la Comisión Europea. No obstante, de cumplirse el escenario de una nueva recesión que afecte en gran medida a países que hasta ahora son quienes "tiran del carro" (Alemania y Francia), España experimentaría una desaceleración drástica para 2016 que llevaría al país a entrar en recesión.

La guerra en Ucrania empeora la situación Europa-Rusia. Las sanciones de la Unión Europea a Rusia, quien es el principal distribuidor de gas natural, petróleo y carbón, tienen un efecto rebote, puesto que Rusia, de la mano de Vladimir Putin, ya comienza a plantear el comienzo de unas obras que supondrían la creación de un gasoducto hasta China. El enfrentamiento en Ucrania es una llama de fácil expansión, diversos ministros advierten que la segunda guerra mundial empezó con un conflicto entre la Alemania nazi y Polonia. A todo ello se suma la creciente peligrosidad de bandas radicales islámicas en su propósito de organizarse y fortalecer el poder islámico en el mundo.

Las consecuencias de una hipotética tercera recesión, que no improbable dado los resultados emitidos por distintos organismos europeos, dejarían un panorama desolador, con deudas impagables y regando de más pobreza la población no sólo europea, sino mundial, por el efecto dominó producido. La esperanza de abandonar una política austericida que lleva 4 años instalada, para darle un golpe de efecto positivo a la economía ya se ha vislumbrado en las medidas anunciadas por Mario Draghi. Los resultados se harán esperar al menos hasta 2015.

Al tiempo que todo ello se produce, las teorías conspirativas entre la población tienen cada vez más calado. En este periodo de crisis la brecha entre ricos y pobres se ha abierto de una manera abismal, dilucidándose aquellos beneficiarios de la crisis y los innumerables perjudicados. El peligro de revueltas populares de ha disparado en los últimos años.