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lunes, 22 de septiembre de 2014

La legalización y regulación de la prostitución no da resultados

prostitución y explotación sexual
El debate en torno a la prostitución siempre ha estado candente, con opiniones muy divergentes en el ámbito económico, político y, la que más controversia genera, moral. En el continente europeo, Holanda, Alemania y Bélgica ya han legalizado y regularizado este oficio

La situación desesperada de mujeres que emigran de sus países y se establecen en otros con vistas a mejorar su situación, supone un caramelo para las mafias que operan en las redes de la prostitución. Estas bandas organizadas reclutan bajo engaños, cuando no amenazas y tratos lesivos, a este sector. A menudo, los hijos de estas mujeres que ejercen la prostitución son utilizados para asegurar su permanencia y dependencia en la prostitución, extorsionando y privándoles el derecho a verlo.

Conviene puntualizar que la prostitución no sólo engloba a este sector de mujeres, las cuales pertenecen a la trata de mujeres con fines de explotación sexual forzada, sino que también se encuentran mujeres que ejercen de forma libre y voluntaria el oficio e, incluso, hombres que ofrecen servicios sexuales. Las formas de la prostitución no solamente son callejeras o de venta directa del cuerpo a cambio de dinero, también es utilizada como trueque para la adquisición de otros beneficios, como una vivienda.

Lejos de lo que pudiera pensarse, los países que han legalizado y regularizado esta profesión no han obtenido los resultados favorables que se esperaban. En Alemania, una década después, únicamente hay 44 prostitutas inscritas en el registro social, de las 400.000 que se estima que ejercen en el país (datos de ElMundo), siendo la situación no muy distinta en Holanda, la pionera de Europa.

Resulta muy llamativo el caso de Suecia, país que lleva una política de persecución hacia proxenetas y penalización a los clientes pero no a las trabajadoras. Se rebajó con estas medidas a la mitad el número de prostitutas y casi un 80% el número de clientes. En consecuencia, las mafias que operan en el país bajaron en número drásticamente.

prostitución, legalización y regulación
En España se estima que la legalización y regulación de la prostitución tendría unos beneficios económicos de 6.000 millones de euros. Con esta medida se pretendería ahuyentar a las mafias, conseguir destapar, en parte, la economía sumergida del país, ofrecer un mercado libre y voluntario con plenos derechos en el oficio, derecho a la cotización y a retribuciones justas mediante contrato. Con estas pretensiones, la protección en este oficio sería la ideal y no dejaría en situación de desamparo a las mujeres que ejercen hoy en día en situaciones vejatorias. No obstante, y por desgracia, estas buenas intenciones no dieron resultados satisfactorios en Alemania, Holanda o Bélgica, donde ha aumentado el número de mafias que operan de forma irregular. Además, aquellas que regularizaron su situación, aseguran que tienen dificultad para adquirir préstamos y otros servicios económicos por la "peligrosidad sanitaria" que supone su trabajo, en cuanto a enfermedades de transmisión sexual y el riesgo de ser asesinadas por los clientes.

En otros países el problema toma una dimensión mucho más peligrosa, siendo en muchas ocasiones niños quienes son obligados por diversas mafias a ejercer la prostitución infantil, intensificándose las redes de pederastia.


Visto el ámbito económico, encontramos en lo moral las mayores diferencias entre quienes están a favor y en contra, quienes consideran que es una profesión digna y aquellos que sostienen que se trata de una denigración hacia la mujer. Lo que parece claro, es que la profesión más antigua del mundo seguirá ejerciéndose, ya sea en la clandestinidad o en la legalidad. 

Cuéntanoslo

¿Estás a favor o en contra de legalizar y regular la prostitución?

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