Democracia deshumanizada apta para verdugos. El nuevo fascículo: la Hepatitis C

El Gobierno español, en otra medida que corona aún más su política de recortes y austeridad, vuelve a sacar la tijera, esta vez contra los enfermos de Hepatitis C. Alrededor de 800 pacientes en nuestro país se encuentran en la fase crítica de la enfermedad. Diversas agencias y asociaciones han denunciado la privación del suministro a estos pacientes del fármaco Sovaldi, que tendría una eficacia del 90%. 

Sin embargo, el precio del medicamento, valorado en 60.000 euros, deja en una situación desesperada y desamparada a los enfermos de Hepatitis C.

"No hay dinero", pero cada vez hay más ricos en España, abriendo una brecha social que evoca épocas tabúes. "No hay dinero", pero sí hay créditos para ciudadanos extranjeros económicamente privilegiados. "No hay dinero", pero sí los hay para negarse a viajar en clase turista y hacerlo en business. "No hay dinero", pero los sueldos políticos siguen elevándose cada año más mientras la palabra transparencia está en boca de todos. "No hay dinero", pero sí puede destinarse al Ministerio de Defensa más del doble que el presupuesto sumado de Educación y Sanidad. "No hay dinero", pero sí para desviar ingentes cantidades a paraísos fiscales, a los que se acude en vacaciones pagadas, en hoteles ni mucho menos modestos y entre un elenco de coches oficiales para elegir. "No hay dinero", pero sí para destinar a una familia "real" la friolera de 7.775.040,00 €. En un clima de corrupción y descontento popular ante un panorama donde el poder ya no se esconde, sino que se exhibe (usted es pobre y yo rico, mando sobre usted y no le debo explicaciones), faltaba la sombra mezquina de las muertes indirectas ejecutadas por las políticas en recortes en sanidad.

"No se preocupen, los datos muestran que la economía crece y que estamos siendo un ejemplo para Europa". Un ejemplo que en muertes indirectas, de aquellos que ejecutan estas políticas desde despachos, ha dejado una gran ristra de dolor en muchas familias. Algunas ya padecieron, y siguen padeciendo, los recortes en la Ley de Dependencia, en algunos casos ha sido un recorte que llega al 80% de la ayuda, lo que significa la sentida muerte de pacientes en riesgo extremo. La falta de personal sanitario, la abanderada política de austeridad y la incapacidad de las familias para hacer frente al coste del tratamiento, provocan voces de rabia, indignación e impotencia que son suavizados con los brotes verdes del jardín político y exclusivo de unos pocos. El nuevo Gobierno, desde que llegó (según el periódico digital Vozpópuli), tiene una estadística de 148 bajas diarias de dependientes, a los que se les ha negado su cuidado.

Hace unas semanas saltaba a la palestra el caso de los enfermos de Hepatitis C. Los mismos que defienden la vida del feto y son proclives a eliminar el aborto, abogan por el "no hay dinero, búscate la vida" de este colectivo de pacientes, lo que supone un ataque al derecho a la vida recogido en la Constitución Española de 1978. Papel mojado para encorbatados. No obstante, la existencia de una sanidad pública tiene como finalidad, entre otras muchas, cubrir las necesidades de los más necesitados (y en especial dependientes) con el dinero de todos, lo que supone un principio solidario consolidado en una sociedad evolucionada. Un gesto de ayuda para aquellos que lo necesitan, siendo en este tipo de cosas la traducción de pagar impuestos.
No es una situación nueva ni mucho menos, al menos en el panorama internacional. Hace relativamente poco sonaban las alarmas por el virus del Ébola que tenía su raíz en el continente africano. Es un virus que ya estaba, al igual que otra muchas enfermedades de dicho continente, pero la información no trasciende normalmente al ámbito nacional por considerarse de "poca" relevancia. El Ébola en concreto ha empezado a hacerse eco en los medios de comunicación por su peligrosa expansión, pudiendo llegar a afectar a los países europeos. Si no fuese de esta manera déjenme dudar que alguien supiese de este virus.
¿Quiénes son los responsables de estas muertes "indirectas"?